jueves, 2 de febrero de 2012

reforma protestante

ENRIQUE VIII:
Nacido en Greenwich, en el palacio de Placentia, Enrique VIII fue el tercer hijo de Enrique VII de Inglaterra e Isabel de York. Sólo tres de sus seis hermanos sobrevivieron a la infancia: Arturo, príncipe de Gales, Margarita Tudor y María Tudor, reina consorte de Francia. Su padre, miembro de la Casa de Lancaster, adquirió el trono por derecho de conquista, ya que su ejército derrotó al último Plantagenet, el Rey Ricardo III, y posteriormente completó sus derechos desposando a Isabel, hija del Rey Eduardo IV de Inglaterra. En 1493, el joven Enrique fue designado condestable[4] del Castillo de Dover y Lord Warden "de las cinco puertas". En 1494 fue nombrado Duque de York, y posteriormente comisario principal de Inglaterra y Lord teniente de Irlanda, mientras aún era un niño. Posteriormente fue nombrado conde mariscal de Inglaterra y señor teniente de Irlanda. Enrique recibió una educación de primera clase de importantes tutores y consiguió adquirir fluidez en latín, francés y español. Con once años, su madre, la reina Isabel de York falleció.

Enrique VIII ascendió al trono en 1509, tras la muerte de su padre. El padre de Catalina, Fernando II de Aragón, organizó el casamiento de ésta con el nuevo rey. Enrique VIII desposó a Catalina de Aragón nueve semanas antes de su coronación en Greenwich, el 11 de junio de 1509, dejando de lado los consejos del Papa Julio II, y de William Warham, arzobispo de Canterbury, en cuanto a la validez de tal unión. Fueron coronados juntos en la Abadía de Westminster el 24 de junio de 1509. El primer embarazo de la reina Catalina terminó en un aborto en 1510. Luego dio a luz a su hijo, Enrique, el 1 de enero de 1511, pero el bebé sólo vivió hasta el 22 de febrero de ese mismo año. Con su coronación, Enrique VIII debió enfrentarse a las problemáticas consecuencias de los impuestos nobiliarios establecidos por Richard Empson y Edmund Dudley, miembros del gabinete de su padre. Así que dos días después de su nombramiento hizo detener a ambos en la Torre de Londres, fueron acusados ​​de alta traición y decapitados en 1510. A diferencia de su padre, Enrique VII, que favorecía las políticas pacíficas, durante todo su reinado destacó su inclinación bélica. ´ Durante los dos años posteriores a la ascensión de Enrique VIII, el obispo de Winchester, Richard Fox, junto a William Warham, controlaron los asuntos de Estado. De 1511 en adelante, sin embargo, el poder real fue ostentado por Thomas Wolsey. En ese mismo año, el Papa Julio II proclamó una Liga Santa contra Francia. La nueva alianza se forjó rápidamente incluyendo a Inglaterra, además de España, regida por los Reyes Católicos y el Sacro Imperio Romano, gobernada por el emperador Maximiliano I. El rey firmó el Tratado de Westminster, en el que prometía ayuda mutua a España contra Francia. En 1513, invadió este país y derrotó a sus ejércitos en la Batalla de las Espuelas. Por su parte, Jacobo IV de Escocia, aliado de Francia, invadió Inglaterra por el norte, pero fue derrotado en la batalla de Flodden el 9 de septiembre de 1513, perdiendo la vida y terminando así el conflicto.
En 1514, Fernando abandonó la alianza, y las otras partes hicieron la paz con Francia. La consecuente irritación con España inició la discusión sobre un divorcio con la reina Catalina. Sin embargo, con la ascensión en 1515 del rey Francisco I al trono de Francia, aumentó nuevamente el antagonismo entre Inglaterra y Francia, y Enrique se reconcilió con los reyes de España.
Catalina de Aragón, hija de los Reyes Católicos. Primera esposa de Enrique VIII, h. 1502.
En 1516 la reina Catalina dio a luz a una niña, María, renovando las esperanzas de Enrique de lograr un heredero varón, a pesar de los previos embarazos fallidos de su esposa. Fernando II murió en 1516, para ser sucedido por su nieto Carlos, sobrino de la reina Catalina. Para octubre de 1518, Thomas Wolsey había diseñado el Tratado de Londres con el papado, con la idea de conseguir un triunfo para la diplomacia inglesa, ubicando al reino en el centro de una nueva alianza europea con el ostensible objeto de repeler las invasiones moriscas a España, tal como había solicitado el Papa.
En 1519 también murió Maximiliano, y Wolsey, que a la sazón era Cardenal de la iglesia católica, propuso secretamente a Enrique como candidato para el puesto[5] a pesar de que públicamente parecía apoyar al rey francés, Francisco I. Finalmente, los príncipes electores eligieron a Carlos I de España. La rivalidad subsecuente entre Francia y España, permitió a Enrique actuar como mediador. Así empezó a manejar el equilibrio del poder europeo. Tanto Francisco I como Carlos I intentaron gozar del favor de Enrique VIII, Francisco en forma espectacular y deslumbrante, con el encuentro en el Campo del Paño de oro,[6] y Carlos I con toda solemnidad en los encuentros de Kent. Después de 1521, sin embargo, la influencia inglesa sobre Europa comenzó a menguar. Enrique entró en una alianza con Carlos I a través del tratado de Brujas, y Francisco I de Francia fue derrotado por el ejército imperial de Carlos I en la Batalla de Pavía, en febrero de 1525. La confianza del emperador en Enrique disminuyó al mismo ritmo que el poder inglés sobre el continente. Enrique VIII se mostró reacio en ayudarlo a conquistar la Flor de Lis, a pesar de las garantías de Carlos I. Esto terminó con el Tratado de Westminster, en 1527.

Pocos días después de la ejecución de Ana, en 1536, Enrique VIII se desposó con Jane Seymour. El Acta de Sucesión de 1536 declaró a los hijos de la reina Jane dentro de la línea sucesoria, excluyendo a Lady María y a Lady Isabel. El rey fue habilitado para determinar por sí en lo sucesivo la línea sucesoria. Jane dio a luz a un hijo, el príncipe Eduardo en 1537, para luego morir dos semanas después. Eduardo murió en el Palacio de Greenwich, el 6 de julio de 1553, a los 15 años de edad, siendo sepultado en la Abadía de Westminster. El 10 de julio de ese año subió al trono Juana Grey
Luego de la muerte de Jane, la corte entera guardó luto con Enrique por algún tiempo. El Rey la consideró siempre su «verdadera» esposa, al ser la única que le dio el heredero varón que tan desesperadamente soñaba.

[editar] Enfermedad genética de Enrique VIII

De acuerdo con una investigación en marzo de 2011, el patrón de nacimientos de sus mujeres y su deterioro mental, sugiere que Enrique VIII era positivo en Kell y tenía el síndrome de McLeod.[18] [19] [20] Esta enfermedad hacía casi inviable que tuviera hijos varones y en general dificultaba enormemente que tuviera hojis sanos.

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